La imagen de Santa María Magdalena, es una de las imágenes más representativas e icónicas que acompañan a nuestro Señor en su camino al calvario o su santo entierro.
Muchas de las imágenes atribuidas a una de las seguidoras más reconocidas de nuestro Señor, son resguardadas junto a la imagen de nuestra Madre Santísima y San Juan apóstol.
En esta nota pretendemos hablar sobre una de estas imágenes, y es que en la parroquia de San Nicolás existe una imagen de María Magdalena bastante icónica y de rasgos muy característicos.
Burilada por Don Julio Dubois por encargo de la Junta Directiva de la Hermandad del Señor Sepultado de San Nicolás.
Representa a una mujer de belleza sin igual, con rasgos aristocráticos, de tez blanca y sonrojada.
Con unos preciosos ojos azules cuya mirada se eleva al cielo, posee menos delicadas y de aspecto clásico. La pieza nos transmite un sentimiento de nobleza en si misma y de confianza en el Ser Supremo.
Atributos:
Se le representa con cabello pelirrojo, joven, puede llegar en las manos los siguientes elementos:
- Un copón por su relación con la Eucaristía
- Una cruz por haber vivido de cerca la Santa Pasión de Señor
- Un ánfora o jarrón de cuello alto, en recordatorio por haber lavado los pies del Maestro con perfume y haberlos secado con su cabello, así como el pasaje evangélico donde se narra que muy temprano la mañana de la resurrección ella acudió junto a otras mujeres a preparar el cuerpo del Señor con ungüentos y perfumes tal y como dictaba la tradición judía
- Un cráneo humano, ya que la leyenda refiere que luego de la resurrección de Cristo, María Magdalena (o de Magdala, que era el lugar de donde se cree provenía) se retiró a vivir a una cueva y contemplando el cráneo meditaba sobre el misterio de la muerte con la vida eterna y el ser humano.